domingo, 6 de noviembre de 2011

Día de elecciones y alrededor de Antigua

Tenia planeado este finde ir a Livingston con una chica inglesa que conocí en mi viaje a Monterrico. Fin de semana de elecciones, carreteras cortadas, peligros innecesarios de correr. Así que posponemos ese viaje, para dentro de un par de findes, coincidiendo con el Festival de los Garifunas, (habitantes de allí, ya explicaré).

Al final las opciones van cambiando otra vez, a última hora, como siempre, pero para mejor...
Empiezo el viernes bastante tranquila, día de loco mercado, preparación de clases para la semana que viene, almuerzo tranquilo, paseo, cuando me quiero dar cuenta toque de queda: se hace de noche. De vuelta a casa, meditación, y sueño profundo. Nunca en mi vida había dormido tanto como lo estoy haciendo aquí...
Sábado tranquilo, acompaño a Isabel al mercado a buscar algo de fruta y verduras, y nos vamos a Y tu Piña También, a tomarnos unos licuados de papaya y sandía buenísimos...
Me voy a casa, no tengo muchas ganas de fiesta pero al rato de estar allí, P. el cocinero, me avisa que hay fiesta de americanos con alcohol en casa de J. Jajaa, notablemente el hecho de que halla alcohol, ya que está prohibida su comercialización 24 antes de la apertura de las urnas hasta 12 horas después de la clausura. No bebo nada aquí porque no salgo, así que un par de cervezas después de más de una semana suena genial, también van acompañadas de una cita totalmente americana: barbacoa llena de hamburguesas, guacamole, queso, cebolla, tomate, NACHOS, me encantan los nachos de aquí, y un par de chelas... Empezamos con el fútbol americano, y es que resulta que la pareja de americanos que forma parte del grupo son super forofos y tenía que ver este partido que era tan importante. Como si nos sacaras de una película de americanos: pantalla gigante, todos tirados por los suelos viendo el fútbol, gritando, saltando y aplaudiendo, y con ese acento, tan americano... Yo, básicamente no me enteraba del juego y tampoco me gustaba en absoluto, así que me fui pronto, al final del primer juego, y es que puede durar hasta cuatro horas...

Domingo de piscinas, el agua viene de la sierra y sientes como si te cortara en dos las piernas cuando te metes en el agua, pero aquí es verano ahora, la lluvia se fue y hace un calor perfecto para disfrutar de este tipo de baños... En la piscina, en fin, mejor no describir demasiado que por supuesto no usan cloro, ni nada, y cuando tocas el suelo sabes perfectamente que a parte de la gente que se baña en ella hay mucho ser vivo que no se puede ver. Somos seis y jugamos a volleyball, luego un rato de tranquis tomando el sol y comida buenísima en Antigua en otro lugar nuevo al que nos lleva P, un estilo a restaurante árabe con unas salsas deliciosas de tomate picante y con una mezcla que diría que lleva seguro canela y pasas, le adivino el regusto de fondo... Mañana pruebo a hacerlas, y es que oficialmente mañana empiezo a dar clases de cocina española a P, el cocinero. Qué quiere aprender bastante antes de que me vaya. Reunión en su casa mañana otra vez con comida española, con todo el grupo y con mucha alegría y buen rollo pero esta vez, a la española.

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