jueves, 10 de noviembre de 2011

De Camino al cole

Cada mañana empieza un día nuevo, lleno de luz, de aromas diferentes y de experiencias nuevas. Son nuevas, pero parece que ya las viví cuando era pequeña. Resulta que ahora casi vuelvo a los años de mi infancia... Vivir otra vez en familia, asistir a clases de maestra en el cole al que asisto. Hoy hago una semana desde que empecé, y las clases de nutrición  que doy a los niños me enseñan a mi mucho mas que a ellos. Y el camino...
...Cada mañana me levanto temprano, sobre las 6 para desayunar bien, tranquilamente, prepararme para el día, coger algo de comida para el descanso, y mirar lo que me llevo conmigo para pasar el día. Clases de salsa o yoga después, quedar con alguien para tomar algo, o volver a casa tranquilamente después de buscar mi comida por el mercado. Y el camino...
El camino de mañana para ir a trabajar me encanta, no me había dado cuenta de lo que perdía al conducir para trabajar antes cada mañana... Ahora que la caminata es obligatoria, y también lo fue en Brighton, le saco el máximo partido, y es tan enriquecedora...
El sol brillando fuerte desde las 5.30 mas o menos, me despierta por la mañana, antes de que suene el reloj, me da tiempo de remolonear un poco en la cama, meditar unos minutos, y dar gracias por el día que empiece. Por encontrar la gente que estoy encontrando, por vivir lo que estoy viviendo, porque me ayuden como me están ayudando... Y el camino...
El camino empieza en casa cuando cojo mi bolso, la camiseta de la ONG, el pelo suelto mojado, secándose al sol que me calienta la espalda, camino hacia sur poniente, justo el otro lado de la ciudad, son unos 25 minutos para después coger el chiken bus... A esta hora, sobre las 7, muchos trabajadores hacen lo que yo... El Volcán del Agua esta imponente, el día que no lo tapa la nube, es totalmente majestuoso, una de esas maravillas que no te cansas de mirar, cuando la nube esta, parece que lo han dibujado para recordar a los locales que hay un mundo dibujado de energía delante de ellos. Pero raramente, estamos despiertos para darnos cuenta de que existe... Un volcán sacado de un cuadro de pintura puntillista, así son los paisajes de aquí: parecen irreales.
Mi nariz, y mis ojos me dicen que esto ya lo viví cuando era pequeña, el camino al cole, ahora sola, antes rodeada de primos y amigos, tantos, siempre...
Casi todos los viandantes saludan y me desean buenos días, el olor a detergente en el suelo de algunas aceras me resulta familiar, también el olor a día nuevo, a mañana temprana y llena de posibilidades, a caminar sabiendo donde pero intuyendo que otra vez es todo nuevo, lleno de oportunidades, de desafíos...
Los colores son muy vivos, el parque central y los verdes del fondo, los arboles, pasear a través del edificio de municipalidad con su atrio, me encantan los atrios en las ciudades, tan funcionales y equilibrados. Me encanta este tramo un poco cubierto, parece que me otorga protección, sin embargo esta totalmente abierto, así que eres capaz de volver a él en cualquier momento en que lo necesites, esta libre para disfrutarlo, y se da, tu eliges.
Pasar por delante de la panadería y oler a canela, pan recién horneado, el mercado se esta preparando también con todos los representantes en furgonetas dejando la mercancía... Voces, gritos,  locura, estres, el estres aquí es mas relajado, pero también existe. El sol siempre a mi espalda, calentándome y cuando el trayecto termina, llega el turno del chiken bus, otro momentazo...
Cuando son las 8, ya estoy delante de los niños de prepa, tienen unos 4 ó 5 años y la diferencia entre algunos es abismal, me encanta Luis, es guapísimo y tiene ojos de un ser dulce y travieso, cariñoso, aunque un poco desastre, es muy pequeño y es el que más atención necesita. Va un poco  por detrás de  los demás, pero es muy inteligente. No hay que explicarle mucho las cosas porque lo coje todo al vuelo. Luego Abigail, también un poco igual, son los dos más tranquilos del cole, y aquí todo se reproduce a cámara lenta. Silvia es brillante, lo hace todo rápidamente y de forma muy inteligente, es muy abispada.
Estoy disfrutando de haber vuelto a mi niñez durante unas semanas, y es que anticipadamente se terminan las clases el 24, parece que no hay mucho dinero... Me noto cada día con más paciencia, con muchas mas ganas de aprender de todos, los niños me enseñan mucho, son tan cariñosos también. Todos los días rezan por la seño Alma (yo, es que es difícil pronunciar mi nombre, y así me bautizaron en la escuela), y por la seño Berta. Todos los días nos dan abrazos y besos, y siempre nos saludan efusivamente. Nos aman de alguna forma y les encanta demostrarlo. Para mí, lo mejor que puedas recordar de alguien, cuando entra en tu vida, no importa el tiempo que este, si funciona o no, sino sólo que en aquel momento había dos personas entregadas, enamoradas, sin vergüenzas, ni tapujos, sin miedos (difícil, pero posible), y que los momentos fueron especiales, con detalles. Entregarse a ese momento, porque no sabemos que nos traerá el día siguiente, ni el camino...

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