martes, 25 de octubre de 2011

Aquellas Iglesias de aquel camino

¿Cómo convertir al catolicismo a los indígenas sin recurrir a la violencia?
¿Cómo meter a los ratones en la ratonera?
Este fue uno de los dilemas que debieron resolver las órdenes religiosas provenientes de España cuando recién arribaron al Nuevo Mundo.
Para lograrlo, uno de los primeros proyectos que se llevó a cabo durante la segunda mitad del siglo XVI fue el diseño de una plaza atrial que estaba delimitada únicamente por cuatro pequeñas construcciones, una en cada esquina, a las cuales se les conoció con el nombre de "capillas posas".
Según el historiador Johann Melchor, esas capillas fueron la solución que encontraron los frailes para facilitar la evangelización de los pobladores conquistados, "por eso se construyeron, forzosamente, en todos los pueblos de indios".
México, Guatemala y Perú fueron los países en los que más edificaciones de este tipo se levantaron, debido a que eran zonas estratégicas; el primero y tercero eran virreinatos, y el segundo, Capitanía General.
La intención de diseñar una plaza se debió a que en el mundo prehispánico las ceremonias tenían lugar en espacios abiertos, para mantener así contacto con la naturaleza y los dioses. "Los templos indígenas estaban en lo alto de las pirámides y las personas se concentraban alrededor, mientras el sacerdote hacía el ritual a la vista de todos", indica el historiador Haroldo Rodas.
Todo lo contrario sucedía con la ceremonia cristiana que buscaban imponer los frailes. "El rito católico se llevaba a cabo en un plano cerrado. Los templos cristianos obligaban a los devotos a ingresar para participar", dice Rodas.
Los frailes sabían que debido a sus creencias iba a ser difícil que los indígenas aceptaran entrar a lugares cerrados, y por eso, antes de construir los grandes templos, se diseñaron las plazas atriales.
"La costumbre meso americana del culto al aire libre se unió a la nueva creencia de la ordenación del Universo con base en los cuatros puntos cardinales -las capillas- y un axis mundi -una cruz- al centro. Esta unía a la Tierra con lo sobrenatural del cielo y el inframundo", comenta Huitz.
El arquitecto Huitz indica que las capillas posas fueron edificadas cuando los españoles decidieron asentarse en las tierras conquistadas. Después de 1524 se dejó un espacio de transición o adaptación de unos 30 o 40 años, para luego empezar las construcciones formales.
No hay una orden religiosa en específico a la que se le atribuya la construcción de las capillas, "pues todas vinieron a América con la consigna de evangelizar", comenta el historiador Melchor.
Las primeras que arribaron fueron las mendicantes, o sea, las surgidas en la Edad Media, con diferentes fines en Europa. Por ejemplo, los dominicos, para predicar contra las herejías, los franciscanos, para vivir el verdadero cristianismo en pobreza; los mercedarios, para redimir a los cautivos, ya que eran intercambiados por los cristianos hechos prisioneros por los infieles. Pero en el Nuevo Mundo todos tenían el mandato de convertir a la población al cristianismo.

Y dale con que suene la flauta de Hamelín para los ratoncillos...

"En 1540 fue promulgada la Real Cédula, que ordenaba que los pobladores que vivían en pequeñas aldeas dispersas en el área rural fueron reunidos y establecidos en pueblos fundados especialmente para ellos", cita Huitz en su trabajo de estudio. El retraso para instruir pueblos se debió a la inestabilidad que existía. "Surgían pequeñas guerrillas que impedían el establecimiento formal de poblados", agrega Huitz.
Melchor asegura que los pueblos en la época colonial no fueron fundados, sino reducidos, ya que no fue en forma voluntaria que los habitantes se pusieron de acuerdo para urbanizar.
Al ser promulgadas las Leyes de Indias, para regular la vida social, política y económica entre los pobladores americanos, se definió cómo serían las ciudades, ajedrezado o trazadas a cordel.
El ajedrezado de Antigua me mata, parece muy ordenado y genial, y debería ser más fácil para ubicarse, pero justamente esa cuadricula hace que al caminar no encuentre los sitios a los que voy y tenga que dar varias vueltas, además de que nunca hay números en las puertas, o se repiten. Yo, algunas veces en el pasado, presumí de buena orientación...
Me recordó nada más llegar al trazado que Cerdá seguiriá en su Plan, en Barcelona, en cuanto a manzanas, rectángulos, cuadras y como sí una parrilla gigante se tratara, vista desde el Cerro de La Cruz así parecía. Todo ordenado magistralmente siguiendo un orden, el que no se ha respetado con el paso de los años, además en el que Norte-Sur, Este-Oeste, son los puntos principales de ubicación además de Poniente-Oriente.

La plaza atrial estaba formada por las capillas posas y una cruz en el centro de la plazuela.
Haroldo Rodas relata cómo fueron edificados los primeros diseños. Al inicio se erigieron bases con una cruz, que al principio fueron travesaños de madera, colocados al centro de lo que era el espacio atrial. Frente a estas se situaron las mesas de los altares, logrando así un estilo ecléctico entre un ritual abierto, pero con función católica.
El segundo paso fue levantar cuatro puntos alrededor de ese atrio, donde se construyó igual número de capillas con lo cual se delimitó un perímetro para el culto. Estas, quizás al inicio, fueron solo cuatro parales de madera, con techumbre de paja; luego fueron mejoradas con columnas de argamasa -piedra, ladrillo y lodo mezclados con clara de huevo, leche y miel-, (si transcribo correctamente), sobre las cuales se colocaron techumbres de teja. Más adelante estas fueron reforzadas y se empezaron a poner muros de cierre en dos de sus ingresos, para formarles un fondo, y además, techar con bóvedas.
"Al concluir las capillas se trazó el pueblo alrededor de estas. Les siguió el atrio y la fachada; nada más tarde se erigió la iglesia y se continuaba con el trazo a cordel de las calles y terrenos para establecer todos los otros componentes. Ya que la urbanización se hizo con principios del Renacimiento", describe Melchor.
Fue así como se iba invitando en forma paulatina a los indígenas para que ingresaran en la iglesia.  "A pesar de eso, la resistencia persistía, por lo que se ofrecía una misa adentro y otra afuera, para que todos asistieran", dice Rodas.

Con tantas iglesias alrededor, hoy he ido al interior de una, dónde se ubica la Cooperación Española, una buena biblioteca, varias salas, algunas multimedia. Me ha impactado ver una biblioteca tan buena en un lugar con tan alto grado de analfabetización. Algo bueno estamos haciendo ahora los españoles.
Entre tantos libros y ojeando tranquilamente: puedo pasar horas en las bibliotecas entre las estanterías: viendo carátulas, contraportadas, las ilustraciones, encontrándome libros.
En fin, hoy con el sonido del agua fuera y el sol por las ventanas vagaba tranquilamente sin que nadie se percatara de mi existencia. En un momento me encuentro con "Mentiras Fundamentales de La Iglesia", de Pepe Rodriguez. Libro que me recomendó mi profe de filosofía años ha y que no podré obtener en préstamo, debido al fondo en el que está catalogado, pero podré usarlo en horas de oficina, de lunes a viernes, al sol, y con el ruido de la fuente central. ¡Gracias!


Creo en Dios-Universo-Madre Naturaleza-Orden Superior-Energía-Información Mínima o cómo quiera llamársele, personalmente es algo más personal que no comparto con casi nadie más, mi propia visión de mi vida, mi universo, mi mundo. De lo que todos estamos hechos.
En contra totalmente de doblegar, aborregar o impartir injusticia a través del miedo insuflado en las sociedades desde que estas fueran creadas, como método de control principalmente y pérdida de libertad de la mayoría por salvaguardar el poder de unos pocos.
Aunque el miedo haya sido el mecenas principal de las mejores obras de arte que jamás hayamos visto-sentido, véase como ejemplos de esto el Románico o Gótico español y sus máximos exponentes en España o Europa. Y más, y más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario